¿Cómo funciona administrativamente la Ciudad del Saber?
Sobre la Ciudad del Saber de Panamá, en el artículo anterior, a manera de preámbulo, el concepto y el propósito del sitio como campus tecnológico fueron los temas, centrándose específicamente en la temática arquitectónica que describe y resalta la historia y particularidades de los edificios de la zona que en el siglo pasado funcionó como una base militar estadounidense. Dichas edificaciones, que corresponden a diferentes épocas y corrientes de diseño y estilos, hoy día son las encargadas de albergar a las organizaciones cuyos objetivos se centran en impulsar las ciencias y las tecnologías para el desarrollo de la sociedad. Es por ello que vale preguntarse cómo funciona inmobiliariamente la Ciudad del Saber.
Es preciso señalar que el campus se compone de espacios para oficinas, áreas de coworking, colegios, universidades, establecimientos comerciales, salones de eventos, auditorios, áreas verdes-recreativas, hospedajes temporales, áreas residenciales, entre otros. Esta variedad de tipos de espacios y equipamiento impulsan la calidad de vida de los residentes y visitantes mediante la diversificación de actividades que generan dinamismo en la cotidianidad y propician la interacción e intercambio cultural, por ende, el campus se constituye como un auténtico ‘laboratorio humanístico’ que reúne las condiciones para la realización de conferencias, talleres, actividades educativas y congresos enfocados en temas científicos, empresariales y sociales.
Las instalaciones de la Ciudad del Saber son ocupadas con base en el arrendamiento, sus futuros ocupantes deben estar concebidos y organizados en función de los siguientes pilares básicos: programas académicos, empresas, entidades gubernamentales, organizaciones no gubernamentales, organismos internacionales, emprendimientos y los servicios comerciales. En ese sentido, la persona natural o jurídica interesada en radicarse en el campus debe cumplir ciertos parámetros y competencias que estén relacionados con el concepto innovador y tecnológico de este ente, que enfatiza en un cambio social, progreso y sostenibilidad por intermedio del humanismo como filosofía, la ciencia y los negocios; quienes cumplan el perfil señalado podrían ser seleccionados para formar parte de la comunidad.
Para aplicar por fijar una empresa o una organización educativa, se requiere completar un formulario con datos como el nombre común, nombre legal, nombre anterior, página web, finalidad para la cual aplica, año de fundación, actividades principales por desarrollar, razones o motivos para estar en Ciudad del Saber, objetivos perseguidos, áreas de trabajo, entre otros.
El ámbito del emprendimiento cobra especial preponderancia por ser un generador de progreso social, sobre todo en muchos jóvenes, que incide en la optimización de la calidad de vida de las comunidades. Por ejemplo, para solicitar un espacio de trabajo compartido, también llamado coworking, o una oficina privada, se requiere una evaluación por parte del Centro de Innovación de la Ciudad del Saber, ente rector creativo que determina si los emprendimientos cumplen con los ideales de innovación de la comunidad y presentan gran potencial de crecimiento. Se desea conocer elementos como el perfil del proyecto y/o empresa y el del equipo de trabajo de quien quiera arrendar, como también el interés en ser miembro del Centro de Innovación y las necesidades de espacio requeridas. En ese aspecto es de destacar que el centro cuenta con un programa de inversión a las empresas emergentes o startups que, precisamente, denoten ese potencial, debido a que el programa se centra en aportes de capital semilla, espacios de trabajo, y apoyo en tutorías para potenciar las fortalezas e ideas de los emprendimientos.
Al ser seleccionado, los pagos se pueden establecer en forma mensual, y se disponen de beneficios como el acceso a Internet, electricidad, seguridad, estacionamientos para bicicletas, como elemento que promueve la movilidad urbana alternativa, ecológica y eficiente, transporte interno gratuito (buses), entre otros.
Gracias a las facilidades e ideales que ofrece la Ciudad del Saber, aunadas a la estabilidad democrática y financiera de Panamá, unas 157 empresas y emprendimientos se encuentran operando en el campus: 38 organizaciones no gubernamentales y organismos internacionales, 15 organizaciones adscritas a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), entre ellas, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y 30 instituciones académicas que refuerzan el sistema educativo panameño.
A nivel gubernamental, destaca la sede de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SENACYT), institución encargada de convertir la ciencia y la tecnología en herramientas que propicien la competitividad, productividad y el desarrollo sostenible para el país. Dicha institución forma parte de las 15 entidades gubernamentales radicadas en el campus.
En cuanto a la zona residencial, Ciudad del Saber detalla que cuenta con una oferta de 147 viviendas, que en el pasado funcionaron como residencias para militares y oficiales de alto rango del ejército estadounidense. Las dimensiones son generosas: el espacio a las áreas abierta y cerrada abarca desde los 151 m² hasta los 446 m².
La ubicación privilegiada de la zona dentro del área metropolitana de Ciudad de Panamá, los accesos a las extensas áreas verdes recreativas, naturaleza y tranquilidad propias del concepto de ciudad jardín que idealizaron los norteamericanos, son algunas de las grandes ventajas de residir en el campus. Quien esté interesado en formar parte de la comunidad debe comunicarse electrónicamente con los encargados de la coordinación de las viviendas de la fundación Ciudad del Saber.
A nivel de reflexión, como país, ¿cómo queremos ser competitivos, innovadores, mejorar la educación y apostar por las ciencias si, realmente, en la actualidad hay una carencia de sitios apropiados, accesibles y asequibles para el desarrollo profesional, científico y humanista de la sociedad? Existe, además, una paupérrima distribución de los mismos.
Se requiere impulsar más espacios que aporten flexibilidad y apliquen los ideales y concepto de la Ciudad del Saber a lo largo y ancho del país, en estrecha colaboración con la empresa privada y el Gobierno Nacional. El recurso humano, capacidad, ganas de superación y talento están; no obstante, es evidente la carencia de infraestructuras y de equipamiento que potencien el bienestar general de la sociedad. ¿Qué tal si hacia allá reorientamos los recursos del Estado?
La sociedad requiere las herramientas, y el Estado debe propiciarlas. Se da la caña para pescar, no el pez ya pescado.
Duabitad más que arquitectura y diseño
Las opiniones plasmadas en este artículo corresponden enteramente al autor del mismo, no representa la opinión de la empresa.