Castillo de la Glorieta: primer y único principado en Sudamérica
Clotilde Urioste y Francisco Argandoña
La historia del Castillo de La Glorieta tiene su origen en la familia Urioste Argandoña, se trataba de un matrimonio ligado a la explotación minera de la plata, empresarios banqueros y diplomáticos, se ocuparon también de la labor filantrópica en la ciudad de Sucre. Francisco Argandoña Revilla, nacido en 1850, fue nombrado por el gobierno de Bolivia como embajador en Francia y diversos países europeos, de esa manera, junto a su esposa Clotilde Urioste Velasco, nacida en 1857, adquirieron un terreno de 40 hectáreas en las afueras de la ciudad de Sucre , para establecer allí su residencia y a su vez contrataron a uno de los arquitectos más importantes en Bolivia, se trataba de Antonio Camponovo, quien se ocupó de diseñar los planos del futuro Castillo de La Glorieta, también se trajo a los italianos Martinelli y Tonelli para la construcción de los jardines palaciegos.
(...) el año de 1893 encargan al arquitecto italiano Antonio Camponovo la construcción de su residencia (...) que se realizará bajo la influencia de la arquitectura romántica e historicista, opinamos que tiene relación directa por su estadía en Francia, sus diferentes viajes y su asistencia a la exposición universal de París (…) (Canseco, 2005: 331-332).
FRONTIS DE LA GLORIETA- PRINCIPIOS DEL SIGLO XX
Fuente: https://www.facebook.com/photo/?fbid=865909206817172&set=g.150951728259406
La exposición de París -que se celebró el año 1889- fue la fuente de inspiración para que el matrimonio Argandoña-Urioste decidiera el diseño de su futura residencia en Bolivia, como no pudieron construir diversos edificios de acuerdo a los estilos arquitectónicos que observaron en distintas partes del mundo, decidieron construir uno que contuviera todos ellos, los que llamaron más su atención fueron: el románico, gótico, mudéjar, bizantino. “Al finalizar el año 1897 ya estaba terminada la grandiosa y suntuosa edificación de La Glorieta, espléndida residencia de los esposos Argandoña-Urioste...” (Jáuregui, 1935: 3-4).
El Castillo de La Glorieta fue construido por un valor aproximado de 150 mil libras oro, los únicos materiales utilizados del sector fueron la cal, arena, madera y cerámica; metales, vidrios, parquet, mármol, espejos y todos los materiales de obra fina importados de Europa. (Canseco, 2005: 333)
CLOTILDE URIOSTE PINTADA EN PARÍS S.XX
Fuente: https://geneasud.blogspot.com/2015/10/los-principes-pontificios-de-america.html
El Principado de La Glorieta Tras construirse el Castillo de La Glorieta se edificó también en las hectáreas aledañas un orfanato denominado La Pepinière, que sirvió de hogar para muchos niños de la ciudad de Sucre y de toda Bolivia. De igual manera se construyeron: una escuela, carpintería, zapatería y una panadería; para el funcionamiento de la escuela se trajo a las “hermanas de Santa Ana”, religiosas italianas que ayudaron en la educación de los niños del orfanato, quienes dejaban La Glorieta cuando cumplían la mayoría de edad y terminaban su instrucción.
Debido a las obras de filantropía que el matrimonio Argandoña Urioste realizaba en la ciudad de Sucre, en un viaje a Europa: “Un 28 de diciembre de 1898 en el Palacio del Quirinal, Roma-Italia, donde el jefe máximo del catolicismo, Papa León XIII, otorgaba a los esposos Argandoña el título de ‘Príncipes de La Glorieta’. La información que recibió el Sumo Pontífice de fundadores y sostenedores de un asilo de huérfanos (…) (Peredo, 2006: 76).
LOS PRÍNCIPES DE LA GLORIETA JUNTO A LOS NIÑOS DE SU ORFANATO Fuente: Principado de La Glorieta. Sucre, Bolivia
Se trató entonces del Primer Principado Pontificio en Sudamérica, en el escudo nobiliario que el pontífice le otorgó a la pareja reza: “Asilo e instrucción a la orfandad”; dicho escudo se encuentra en alto relieve en el comedor principal del castillo
El príncipe y la princesa de Glorieta sostienen un asilo de huérfanos con su fortuna particular y los visitantes de Sucre se sorprenden de encontrar en La Glorieta una institución privada tan bien atendida y completamente dotada con un buen cuerpo de maestros. (Robinson, Marie. 1907: 130).
El conjunto del Principado de La Glorieta estaba constituido por el bloque principal que incluía 40 ambientes, entre ellos: el vestíbulo, el salón del bien, el salón del mal, el comedor, la cocina, las habitaciones de servicio, habitaciones para el personal, baños, habitación principal, habitaciones de huéspedes, salón de música, la torre de la princesa, la torre del príncipe y la capilla. Fuera del bloque principal se encontraban las caballerizas, el orfanato, las escuelas de oficios y música, los grandes jardines y un parque con un pinar.
JARDINES DE LA GLORIETA DESDE LA TORRE DEL PRÍNCIPE Fuente: https://www.facebook.com/photo/?fbid=865909600150466&set=g.1509517282594063
JARDINES DE LA GLORIETA Fuente: Álbum del Centenario de Bolivia
VISTA DEL GRAN LAGO CON LA ISLA DE LOS AMORES Fuente:https://www.facebook.com/photo/?fbid=865909016817191&set=g.1509517282594063
En el exterior se encontraba un tranvía pequeño llamado Decauville que rodeaba los jardines y se conectaba con el actual Palacete de La Florida, el cual se encuentra a un kilómetro de distancia, la razón para su conectividad fue que la hermana del príncipe, Amalia Argandoña, estuvo casada con Aniceto Arce, dueño de La Florida y presidente de Bolivia entre 1888 y 1892.
El tranvía era usado para conectar La Florida con La Glorieta; a lo largo del recorrido se observaba el río Quirpinchaca y los verdes paisajes del valle, así también para dar paseos por los jardines de La Glorieta, en los exteriores se encontraba también el Gran Lago dentro de ella la Isla de Los Amores, la cual estaba unida por un puente, allí se acostumbraba realizar paseos en bote, como se observa en la siguiente imagen que muestra una recepción social con familiares y personas destacadas de la sociedad sucrense.
Diversos ornatos formaban parte del conjunto palaciego, entre ellos: el lago de los cisnes con un puente que lo dividía, donde los príncipes daban frecuentes paseos. Llamativo es el templo de Las Vestales, el templo de la meditación que se encuentra en una pequeña colina con gradas para su acceso, a ese sitio se acostumbraba ir a leer y a tomar el té; la Casa de las Muñecas, donde la princesa guardaba su colección de muñecas. También, un vivero con distintas especies de plantas traídas de todo el mundo; el Chalet Ruso, estructura que servía como mirador, variadas estatuas ecuestres de la princesa y del príncipe, de animales como caballos y perros, y un estanque de peces, otras fuentes como las de Los Cisnes, las cuales contaban con personajes mitológicos, animales y ángeles.
FUENTE DE LOS CISNES Fuente: Lucas Asebey
El ocaso
El declive del Principado de La Glorieta comenzó tras la muerte del príncipe: “al promediar el año 1910: el 27 de agosto falleció su esposo Don Francisco Argandoña (…)” (Jáuregui, 1935: 12). Su muerte dejó a su esposa Clotilde sumida en la depresión, por lo cual decidió residir en el exterior: “esta situación de viudez en la princesa decidió volver a Europa, a Francia, y establecer allí su residencia con carácter definitivo...” (Jáuregui, 1935: 12).
A pesar de que la princesa estableció su residencia en París, guardaba mucho cariño por su país y ciudad natal, retornaba a Sucre regularmente y dejaba a su sobrino Jorge Urioste como encargado del principado; debido a que la pareja no pudo tener hijos, el título honorífico de “príncipes pontificios” no pudo tener continuidad.
En el año 1932, un enfrentamiento bélico se suscitó entre Bolivia y Paraguay, la Guerra del Chaco dio inicio y Clotilde Urioste decidió regresar a Bolivia para ayudar en la contienda: “en los primeros días del mes de octubre de 1932, la princesa de La Glorieta llegó a Sucre, su ciudad natal. El pueblo todo -en todas sus clases sociales- la recibió con los brazos abiertos y con los ojos humedecidos por lágrimas de sincero cariño y de honda gratitud...” (Jáuregui, 1935: 22).
Durante su estancia en Bolivia se preocupó por ayudar económica y moralmente a su país, fue madrina de guerra de los soldados que partían al Chaco, y financió la construcción de caminos hacia el frente de guerra, asimismo emprendió una intensa propaganda en pro de Bolivia en el exterior, creó fábricas para reactivar la economía de Sucre, además de continuar ayudando con sus orfanatos, por lo que fue nombrada Hija Predilecta de la ciudad de Sucre.
Lamentable fue lo sucedido “la mañana del 29 del mismo mes de octubre (1933), el sentimiento público de todo el pueblo de Sucre fue también dolorosamente herido con la noticia de la muerte de la princesa, noticia que rápidamente circuló por todos los ámbitos de la ciudad...” (Jáuregui, 1935: 52).
La muerte de Clotilde Urioste fue la razón por la que La Glorieta cayó en el abandono; los familiares de la pareja heredaron el principado, por lo cual el patrimonio fue dividido, el año 1952 se dio la Reforma Agraria en Bolivia, la cual anulaba los latifundios y dotaba de tierras a los campesinos, es así que La Glorieta sufrió un saqueo por parte de los moradores del lugar; poco se pudo rescatar, por lo que uno de los herederos, Jorge Urioste, debido a los altos costos de mantenimiento, tuvo que vender la propiedad en1966, la cual pasó a manos del Ministerio de Defensa y se construyó un liceo militar en sus terrenos.
VISTA DE LA GLORIETA TRAS SU PASO A MANOS MILITARES, Fuente: Revista Life
La Glorieta en la actualidad
Actualmente, el Castillo de La Glorieta se constituye como un atractivo turístico de la ciudad de Sucre, el cual requiere mayor cuidado y acciones para recuperar el mobiliario, y la reconstrucción de estructuras que antaño formaban parte de los jardines. Es necesario que se concrete un plan de rehabilitación general, ya que se han perdido muchas hectáreas de jardines desde que el Castillo pasó a manos militares en la segunda mitad del siglo XX.
El terreno que formaba parte del principado de La Glorieta fue dividido tras la muerte de sus propietarios; lamentablemente, el edificio del orfanato no sobrevivió al paso de los años, aún se pueden ver sus ruinas que se encuentran detrás del Centro Internacional de Convenciones. Recuperar la riqueza arquitectónica que conformaba el principado de La Glorieta es uno de los mayores retos que tiene la ciudad de Sucre en materia turística, devolver el esplendor a sus jardines con todos los detalles con que contaba, como las variadas fuentes y monumentos; la readecuación del Gran Lago y la Isla de Los Amores aumentarían muchísimo más el atractivo turístico del conjunto.
Fotografía #1: ENTRADA A LA GLORIETA, Fotografía #2: VISTA DE LOS JARDÍNES DESDE LA TORRE DEL PRÍNCIPE, Fotografía #3: VISTA DEL LICEO MILITAR DESDE LA TORRE DEL PRÍNCIPE, Fotografía #4: VISTA ACTUAL DEL GRAN LAGO. Fuente: Archivo del autor.
José Miguel P.M. / Historiador
Duabitad más que arquitectura y diseño
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