Cabañas sudafricanas
Fotografía de: Bill Davies
¿Qué tienen en común las casas hechas en las juntas de embarre en Panamá con unas pequeñas cabañas sudafricanas a 11.695 km de distancia?
Pues, es sorprendente cómo la arquitectura de lugares tan distintos tiene elementos en común. En Sudáfrica, un grupo étnico llamado zulú, con más de 10 millones de individuos, tiene una forma única de hacer sus viviendas.Una iqukwane es el nombre que recibe esta curiosa edificación que es construida a base de materiales totalmente naturales. El barro y el excremento son la sólida combinación que en conjunto con fuertes ramas hace que estas cabañas tengan una estructura muy singular.
La construcción de estas cabañas requiere una ardua labor que inicia con la mezcla de barro y excremento para el piso, el cual se pule con una piedra especial hasta que la superficie quede totalmente fina; en comparación con las casas de barro panameñas, la diferencia es que el piso es únicamente de tierra o en caso de que los dueños tengan más poder adquisitivo las superficies se hacen de concreto. Luego de una recolecta de ramas se hace un círculo en el centro del piso y se inserta la rama más gruesa, que actúa como base de la iqukwane. A continuación, las ramas más delgadas se utilizan para el techo tomando un aspecto muy parecido al de una esfera, luego de tener el techo armado se utilizan ramas mucho más finas,cuerdas y hierba en forma de trenzas para atar los materiales y que quede con una estructura sólida.
Las casas de barro panameñas tienen en común que su esqueleto está constituido en su totalidad por elementos extraídos de los árboles (tronco, ramas, hierba, etc.).En muchas ocasiones, utilizan barro dentro de la construcción para que sean más resistentes.
Cabe recalcar que las iqukwanes reciben muy pocas remodelaciones, ya que cada 10 o 15 años se tiene que hacer una nueva. Un dato importante es que los zulúes viven en poblados, por esta razón hay muchas iqukwanes construidas en una misma zona, por lo tanto, un requisito importante es que todas las puertas de estas cabañas estén mirando hacia el mismo sitio.
Diego Alejandro / Periodista