Una vida sobre el agua
El nivel del agua de los océanos aumenta sostenidamente a consecuencia del cambio climático, que es el aumento de la temperatura del globo terráqueo por la acumulación de CO² en la atmósfera con el consecuente calentamiento de los océanos que genera grandes agujeros en la capa de ozono, condición que nos resta protección frente a los rayos solares. Como efecto dominó, y por estar el 71% de la superficie terrestre cubierta por océanos y mares, sufrimos grandes calamidades por el deshielo de los casquetes polares que inyectan grandes cantidades de agua a los océanos y provocan el aumento alarmante de los niveles en el mar, por lo que se prevé que -poco a poco- las comunidades ubicadas en costas o islas irán desapareciendo.
Predecesoras
Existen algunas soluciones de vieja data para apoyar a estas comunidades vulnerables al aumento de los niveles en el mar; estas pueden ser adaptadas en cualquier parte del mundo, y por la utilización de materiales autóctonos en su construcción generan proyectos sostenibles.
Para encontrar ejemplos de viviendas sobre el agua podemos aventurarnos en América Latina, donde observamos múltiples variedades de casas en las riberas de los ríos de comunidades indígenas que, por efecto de las inundaciones, se adaptaron a vivir de esta forma.
Existen varios tipos de construcción sobre el agua: los más comunes son las viviendas permanentes sobre pilotes o troncos de madera hincados en el fondo marino o en el lecho de un río entre 3.5 m y 4 m de profundidad. Podemos apreciar estas construcciones en Panamá, en islas de la provincia de Bocas del Toro o en el territorio de la Comarca Guna Yala.
Otras son las construidas con balsa y caña, con las que se arma una plataforma flotante donde, en la parte superior, se edifica una vivienda pequeña; se ubican, normalmente, en las riberas de los ríos. Podemos apreciar estas construcciones en Ecuador, en la comunidad de Babahoyo.
La actualidad
Como podemos apreciar, la vida sobre el agua y las adaptaciones que hace el ser humano para sobrevivir en una región determinada no es tema de unos cuantos años, hablamos de décadas de adaptaciones con base en las necesidades que se acrecientan por la subida de las aguas.
Esta readaptación genera varios proyectos internacionales cuyo objetivo común es ayudar a las personas más vulnerables a estos cambios, no solo a aquellas de escasos recursos, sino a un abanico de sociedades que muchas veces deben abandonar sus regiones y convertirse en refugiados climáticos.
Podemos mencionar como primer ejemplo las viviendas sobre el agua en Ámsterdam, Países Bajos. Se trata de un proyecto conjunto entre el estudio de arquitectura +31Architects y otros que desde el 2008 presentaron la idea e iniciaron la construcción de casas flotantes; en el caso de las urbanizaciones comenzaron a ser habitadas en el 2012 y hay proyecciones para -en el 2030- alojar a más de 45000 personas. La construcción de las casas se realiza sobre pontones flotantes de concreto armado que simulan las plataformas navieras de los puertos a nivel global, donde se adaptan casas, comercios, locales de entretenimiento de uno a cuatro pisos. Los sistemas de agua potable, desagües sanitarios, electricidad, internet y gas se suministran en sus tuberías y el cableado por debajo de las pasarelas, que son las calles principales; todas las viviendas cuentan con instalaciones de paneles solares, techos verdes y sistemas de reutilización del agua.
Como segundo ejemplo presentamos las viviendas flotantes sostenibles en la comunidad de Makoko, Lagos, Nigeria. Este proyecto -ejecutado entre el estudio de arquitectura NLÈ Architecs (diseñadores), el Programa de Desarrollo Sostenible de la ONU y el Ministerio Federal del Medioambiente de Nigeria- considera construcciones sostenibles que, a diferencia del ejemplo anterior, siguen un sistema de construcción autóctono con modificaciones para mejorar la eficiencia y la sostenibilidad, y que son construidos por los habitantes de la zona. Se trata de una edificación triangular que permite la estabilidad en cuanto a ventolinas y mejor adaptación de las cargas sobre el agua, diseñadas para escuelas, viviendas y áreas de recreación. En este modelo se adapta la estructura sobre plataformas hechas con barriles plásticos vacíos entretejidos, los cuales le dan la flotabilidad, estos se encuentran cubiertos de manera perimetral con madera extraída de regiones circundantes para la protección de los barriles, el resto del recinto también está hecho de madera y en su interior se subdivide contando con áreas de cultivo, áreas habitables y superficies para la colocación de paneles solares. El sistema está diseñado con ventilación cruzada, liberación de calor de manera eficiente y cultivo sostenible.
En conclusión, hay esperanzas para las comunidades vulneradas por el aumento del nivel del mar: con estas y otras soluciones urge divulgar la noticia y compartir nuestro conocimiento, es decir, poner manos a la obra para enseñarles a los afectados cómo adaptarse a los nuevos cambios.
Duabitad más que arquitectura y diseño
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