De los placeres de mi vida: el poder estar escribiendo estas líneas a 15°, desde mi cama, en el medio del Mediterráneo, con una taza de café chiricano (oriundo de Chiriquí, Panamá). Para hacerles un recuento de cómo terminé aquí, les cuento la historia de manera resumida.

Crecí rodeada de naturaleza, mucho monte, vacas, quebradas y recogiendo pedazos de nuestras ‘guacas’ (vasijas/ artefactos de barro cocido, normalmente enterrado en tumbas de pueblos originarios) en mi tiempo libre. Fui parte de una familia multirracial con dos hermosos hermanos y padres hiper amorosos.

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