EFECTIVIDAD DE LOS COLORES: UN TEMA DE PERSUASIÓN
Aunque nos parezca impresionante, el ojo humano tiene la capacidad de percibir aproximadamente 10 millones de colores. Más que un dato científicamente comprobado, siempre he visualizado dicha afirmación como una posibilidad extraordinaria que tenemos las personas para recibir estímulos mediante algo tan sencillo, pero dinámico, como son los colores que nos rodean.
El hecho de contar con la capacidad de apreciar cada matiz presente en el entorno convierte nuestra visión en el canal para percibir prácticamente el 80% de la información que cada día circula frente a nosotros. Es una realidad latente el incremento de problemas de visión en la población adulta y, sobre todo, en niños que desde temprana edad padecen de condiciones que limitan sus capacidades y afectan la interacción cotidiana.
A través de los años se han desarrollado estudios que tratan de ubicar la naturaleza y los tratamientos para dichos padecimientos -miopía, hipermetropía, astigmatismo y casos sensitivos como la discromatopsia/daltonismo- términos que definen alteraciones de la visión del color. Independientemente de la condición presente en la capacidad visual del individuo, resulta fascinante cómo la mente sigue experimentando un interesante brinco de ideas, sensaciones, experiencias, recuerdos y todo lo que nuestro entendimiento puede lograr con el simple hecho de visualizar un elemento o espacio determinado. Es una maravilla poder explorar un millón de posibilidades distintas de emociones o reacciones gracias a la utilización de uno de nuestros sentidos.
Los colores y sus características siempre han sido un tema de estudio y análisis desde el enfoque científico, hasta los panoramas o planteamientos filosóficos. Y si de atributos, rasgos o características hablamos, cada color tiene su génesis y un amplio sentido técnico que muchas veces puede resultar complejo. Lo interesante de todo esto es que si colocamos en una balanza lo que se deduce o se ha comprobado científicamente sobre la existencia de los colores y en un extremo apilamos la funcionalidad o propósitos de cada uno, podremos percatarnos de que es más complejo el mundo que se forma a raíz de percepciones o connotaciones, que la propia naturaleza o las teorías que buscan definir el surgimiento de estos.
Se dice que el ser humano percibe los colores en sus diferentes tonos debido a la sensibilidad de la luz que se encuentra en determinada situación, incluso la perspectiva o distancia de los elementos. El gran físico, filósofo y teólogo Isaac Newton aseguraba una división del espectro en siete colores: rojo, naranja, amarillo, verde, azul, índigo y el violeta. Dicha afirmación se sustentaba en creencias de la antigua Grecia, que establecen una correspondencia entre los días de la semana, los colores, las notas musicales y objetos conocidos del sistema solar.
Incluso, existen teorías que indican la inexistencia de color en los objetos. Los mismos sirven únicamente de receptores de la longitud de onda de la luz y es nuestro cerebro el que realiza el proceso de decodificación que deriva en lo que llamamos “colores”.
LOS COLORES COMUNICAN
Si bien es cierto, a través del tiempo se ha establecido de manera rigurosa una asociación entre el color y lo que evoca. Llevando a una especie de formalidad o etiqueta de funcionalidad para cada uno de ellos. La psicología del color, claramente nos detalla cómo la conducta humana se ve afectada frente a dichas influencias y hemos aceptado la veracidad de hechos, acciones y comportamientos que de alguna u otra forma son simplemente efectos propios de visualizar un determinado color.
Se pueden considerar estas afirmaciones como un tipo de paradigma dentro del mundo creativo y comunicacional, o dónde pueda cumplir un rol específico, el utilizar los colores como estrategia de persuasión. Cada estudio o análisis concluye que los colores pertenecen a grupos específicos, tendencias, estilos y dichas reglas sustentan la implementación de estos en los contextos existentes. Para situar un ejemplo verídico de lo mencionado, se describe un selecto grupo de colores con sus respectivas interpretaciones:
Conocer la funcionalidad de los colores nos lleva a una realidad que muchas veces resulta complicado conocer por sí solos. Dependemos, claramente, de expertos, psicólogos, escritores, mercadólogos y diseñadores para tener una discreta aproximación a lo que el mundo intenta comunicarnos para comprender esa silenciosa atracción o afinidad que se desarrolla cuando nos encontramos en diversas situaciones cotidianas. Incluso, una sensación de asombro emerge cuando nos percatamos del nivel de manipulación mental que se ejerce sin darnos cuenta y de donde difícilmente nos podemos escapar.
COLORES Y ESPACIOS
Los colores son la fuente de inspiración de muchos artistas, diseñadores, arquitectos y cualquier profesional que busca emitir un mensaje. Es la pieza clave que hace juego con tendencias, estilos y nuevas fórmulas que al fusionarse logran crear un engranaje funcional y con propósitos que, en la mayoría de los casos, son netamente comerciales.
No resulta sencillo convertir los colores en piezas tangibles de emisión de ideas y sensaciones, crear un ambiente y crear experiencias perdurables en la mente de los individuos, es una labor titánica que conlleva dedicación, concentración y un toque de astucia.
Situando un ejemplo cotidiano, podemos mencionar la connotación que se tiene de diseñar restaurantes con una alta concentración de colores como el naranja o el amarillo, que incitan al visitante a consumir los productos; tomando como argumento el hecho de que el hambre o apetito se estimulan por dichos elementos en interacción.
De la misma forma es predecible encontrar lugares en donde se percibe una atractiva limpieza en sus elementos presentes, lo cual establece una sensación de calma o calidez. Y es cuando el individuo experimenta una alta estimulación de los sentidos. Claramente, dichas estrategias o tendencias nos llevan a la conclusión de que todo lo que se encuentra dentro del perímetro tiene un objetivo; desde la estructura, el espacio físico y su distribución, hasta los colores que se complementan.
Es un trabajo sigiloso que busca claramente un resultado de la experiencia y estancia de los individuos dentro del espacio. Existe una interesante relación entre estética y colores; lo que deriva en una constante afirmación que se da en nuestro proceso mental para calificar que un espacio es innovador, atractivo y exclusivo.
La labor de un diseñador de interiores, para situar un ejemplo específico, nos muestra la estrecha relación que existe entre colores, texturas y espacios en general. Sabiendo que incluso un lugar se percibirá como más amplio si se utilizan los colores adecuados. No es casualidad que diversas tiendas adecúen sus espacios para la colocación estratégica de cada pieza, incluso realizar secciones por color. Es cuando volvemos a comprobar que dichas formas de adecuación derivan en la atracción de consumidores con gustos específicos.
Si nos vamos a un punto extremo y visualizamos sitios con una alta concentración de colores es evidente que existe un ruido que nos acapara y logra emitir mensajes específicos dentro de nuestras mentes. Para algunas personas, la dinámica puede resultar agobiante o -por el contrario- puede ser un sitio que se percibe como alegre, espontáneo o jubiloso.
TU COLOR FAVORITO
La influencia que ejercen los colores sobre cada individuo es una forma clara que comunicamos de diversas maneras, es un lenguaje no verbal que básicamente se ve reflejado en nuestros gustos, actividades y costumbres.
El solo hecho de comprar un producto por sus atributos gráficos es una manera sencilla de darnos cuenta de cómo nuestra mente tiene su propio criterio y, simplemente, somos el instrumento que la ayuda a cumplir sus caprichos. El diseño gráfico en su totalidad apoya dicha afirmación, siendo uno de los actores principales para esquematizar situaciones que inciten al receptor para consumir o crear enlaces con diversos elementos o servicios en diversas situaciones.
No es casualidad que tengamos atracción por algunos anuncios publicitarios o que el color de nuestro auto sea simplemente una característica visual de esa herramienta de transporte. Nuestra mente tiene el poder de seleccionar lo que a su conveniencia crea una sensación de satisfacción, prácticamente cada individuo tiene afinidad por colores específicos que dependen de su carácter, gustos, edad; incluso, en muchos casos hasta del signo zodiacal.
Situando un escenario cotidiano, podemos mencionar que nuestra forma de vestir evidencia nuestro estilo y la capacidad que tenemos de emitir mensajes indirectos, incluso puede ser considerado como una acción ligada al estado de ánimo. Muchas personas piensan de manera estratégica qué colores usar o qué tendencias existen, lo que respalda la influencia que tiene la forma de vestir con la identidad social percibida y señalada.
Por naturaleza tenemos afinidad con uno o varios colores. Pero lo que realmente debemos tener en cuenta es que no siempre el color de nuestro agrado es el que se verá bien para todo. Esto indica que, aunque tengamos una postura, hay que admitir que existe un panorama establecido y riguroso que se enfoca en respetar lo que los parámetros indican.
ROMPIENDO PARADIGMAS
Vivimos en una sociedad que cada día se escandaliza por cosas que de alguna manera no podemos controlar totalmente. Y dicha realidad se ve reflejada en el comportamiento, en los gustos y las afinidades de cada individuo. Sabiendo que los colores cumplen sus cometidos, es importante comprender que más allá de lo que la ciencia, las teorías o afirmaciones establezcan, contamos con una herramienta realmente poderosa que nos ayuda a emitir nuestros pensamientos, criterios y gustos y es nuestra personalidad junto con la actitud
La forma creativa de utilizar los colores a conveniencia, saber que existen con una finalidad es bueno; pero resulta mejor si creamos nuestras propias ecuaciones y les damos ese toque estético que reafirme nuestro ser, proyectando nuestra personalidad y deslumbrando con carácter.
Dejar a un lado el hecho de que el azul es masculino y el rosa femenino, se interpreta como uno de los primeros pasos para llegar a normalizar que los colores no deberían tener un rol asociado al género o que el color negro no puede llegar a ser extravagante. Siempre nos vamos a encontrar frente a escenarios que nos encarrilan a tomar determinadas decisiones ligadas a estímulos frente a nuestros ojos. Las marcas y sus estrategias de divulgación siempre trabajarán arduamente por alcanzar sus aspiraciones, queda en nosotros -al menos- saber por qué nos resulta atractivo lo que nos muestran en una publicidad y que en poco tiempo ya se encuentra en nuestros hogares.
Conocer la influencia de cada color nos invita a ser capaces y arriesgados cuando deseamos vestir, decorar o crear alguna composición en el contexto que sea. Es normal que nos dejemos influenciar, pero resulta mejor cuando somos conscientes de por qué lo logran.
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