Un viaje a lo desconocido, la Voyager 2

 
Voyager 2, autor: NASA

Voyager 2, autor: NASA

Las estructuras hechas por el ser humano están esparcidas por todo el mundo y también fuera de él. Tal es el caso de la Voyager 2, que ha viajado por gran parte  del sistema solar desde el siglo pasado. El 20 agosto de 1977 fue lanzada esta sonda espacial desde el cabo Cañaveral, en un supercohete llamado Titán Centauro. También se le conoce a esta nave como la Mariner 12, ya que ella y su hermana -la Voyager 1- pertenecen a un programa espacial de la NASA llamado Mariner.

La Voyager 2 es una sonda (nave espacial enviada por el hombre al espacio y destinada a explorar objetos en nuestro sistema solar),  pesa unos 825.5 kg y  se creó con un presupuesto de 895  millones de dólares. La altura de la sonda es de 3.35 m, considerando estas dimensiones se trata de un vehículo explorador bastante grande. Esta estructura interestelar cuenta con varios instrumentos, por ejemplo: tiene habilitada una antena de alta ganancia (para transmitir datos a la Tierra), detectores de partículas especializados, sistemas de rayos cósmicos y, entre los más importantes, el buscador de partículas de plasma.

Es importante hablar de los descubrimientos más importantes logrados por la sonda (Voyager 2) durante el desarrollo de la misión en los distintos planetas que orbitó. El 9 de julio de 1979 tuvo su máximo acercamiento con Júpiter, estuvo a unos 570 000 km de las nubes superiores del gigante gaseoso.

La nave reveló que el planeta de gas emitía mucha más energía de la que recibía de su estrella (Sol), lo que podría explicar una actividad atmosférica tan fuerte que permitía el nacimiento de fenómenos como la Gran Mancha Roja, también descubrió características de las lunas de Júpiter, por ejemplo, el vulcanismo en la luna Ío, las fracturas que se encontraban en el océano congelado que hay en el interior de la luna Europa brindó información sobre los fenómenos tectónicos de la luna Ganímedes -que es el sátelite más grande del sistema solar- e investigó las antiguas cortezas de hielo que presentaba la luna Calisto. Tuvieron que pasar casi dos años para que la Voyager 2 lograra su máxima aproximación con Saturno, exactamente el 25 de agosto de 1981. Lastimosamente para la expedición, la mencionada nave tuvo un bloqueo en la plataforma de su cámara, por lo cual las investigaciones en Saturno no fueron tan prolongadas; este contratiempo no le impidió investigar las capas superiores de la atmosfera del planeta y medir la temperatura en distintas partes del cuerpo celeste. Cabe recalcar que el problema del bloqueo en la plataforma se debió a la escasez de lubricante en la nave, incidencia que fue solucionada posteriormente.

Urano. Autor: Voyager 2

Urano. Autor: Voyager 2

Una diferencia con su hermana gemela Voyager 1 es que la Voyager 2 adoptó una trayectoria diferente en su encuentro con el planeta Saturno, sacrificando la cercanía con la luna Titán (luna de Saturno), pero tomando un mayor impulso gravitacional en su viaje hacia Urano y Neptuno. La sonda alcanzó su mayor cercanía con estos planetas en los años 1986 y 1989, respectivamente

Lo más cerca que estuvo la Voyager 2 a Urano ocurrió el  24 de enero de 1986, aproximadamente a unos 81,500 km de las nubes más altas de la atmosfera del gigante helado. La sonda hizo el descubrimiento de uno los efectos más fascinantes de la inclinación del planeta: el campo magnético está inclinado 60º respecto al eje de rotación planetario. El campo magnético es arrastrado por la rotación del planeta siguiendo un movimiento de sacacorchos. La sonda dio a conocer asimismo que Urano es un tipo de planeta gigante muy distinto de Saturno y Júpiter. Su campo atmosférico está formado por metano y amoníaco y no por helio e hidrógeno. El lejano planeta tiene un menor tamaño que Júpiter y Saturno, y los científicos sugieren que en su interior puede haber océanos de hielo y agua. La sonda investigó la luna de Urano, Miranda, la cual resultó ser una gran sorpresa para los investigadores, ya que la misma tenía cañones profundos de aproximadamente 20 km de longitud y una mezcla de superficies nuevas y antiguas. Los cinco mayores satélites de Urano parecieron estar compuestos de roca y de hielo, como las lunas de Saturno. Casi 3 años y medio después, la nave Voyager 2 llega al último planeta del sistema solar, el gigante azul (Neptuno). Tuvo su mayor acercamiento a unos 4950 km de las nubes mas altas de su atmósfera, los cientificos decidieron tener una aproximación a la luna de Neptuno (Tritón), considerando que este era el último planeta del sistema solar que se investigaría. Esta maniobra fue similar a la que hizo la Voyager 1 en la luna de Saturno, Titán.

Neptuno. Autor: Voyager 2

Neptuno. Autor: Voyager 2

El hallazgo de esta nave fue que el planeta tenía en su atmosfera una gigantesca mancha de tono oscuro. En general, se pensó que podría ser una nube de grandes dimensiones, aunque tiempo después se planteó que era un agujero en la capa de nubes que cubren el planeta. Aunque se encuentra en la lejanía, específicamente en los exteriores del sistema solar, donde la influencia solar es más débil, Neptuno sorpendió a los investigadores mostrando fuertes vientos en su interior.

El 10 de diciembre de 2007 hizo el descubrimiento de que el sistema solar no tiene una forma esférica, sino ovalada, debido al campo magnético interestelar del espacio profundo.

Continúa inspeccionando lugares del sistema solar. A la velocidad de 14,8 km/s, tardará unos 193 000 años aproximadamente en alcanzar la estrella Ross 248, de la que pasará a una distancia de 1,7 años luz. Un hito muy importante es que el 5 de noviembre de 2018, la Voyager 2 salió de la heliopausa (zona en la que el viento solar se une al medio interestelar o al viento estelar procedente de otras estrellas), gracias a uno de sus instrumentos de plasma que midió una fuerte caída de las partículas del viento solar. Desde que su misión planetaria finalizara, la Voyager 2 ha pasado a ser una sonda interestelar que la NASA piensa utilizar para medir las condiciones más allá de la heliosfera.

Un dato que no se pude pasar por alto es el simbolismo que rodea a la nave, ya que la NASA quiso representarla como un regalo de la Tierra a cualquier otra vida alienígena en el universo lejano, pues la Voyager 2 contiene un disco de oro el cual posee: saludos en 56 idiomas, muchos sonidos de la Tierra (lluvia, animales, volcanes, terremotos), fórmulas químicas de los elementos más comunes de la Tierra, un audio de 60 minutos de las ondas cerebrales de Ann Druyan, más de 100 fotografías de la vida y la sociedad terrícola, y música. Por ejemplo, entre las piezas musicales se encuentran desde el Concierto de Brandemburgo, de Bach, a músicas tribales de Indonesia y composiciones de Mozart, Stravinsky o Louis Armstrong. En el disco también hay una grabación del presidente Jimmy Carter que dice: "Este es un regalo de un pequeño mundo, un mundo distante, una muestra de nuestros sonidos, nuestra ciencia, nuestras imágenes, nuestra música, nuestros pensamientos y sentimientos. Estamos intentando sobrevivir a nuestro tiempo para poder vivir en el vuestro”. Sin embargo, hay que especificar que este disco es solamente un objeto simbólico, ya que de existir vida extraterrestre es de total desconocimiento que puedan reproducirlo o entender el contenido.

Según cinco informes publicados en la revista Nature Astronomy, el 5 de noviembre de 2019, se confirmó que la Voyager 2 es la segunda nave en abandonar la heliosfera después de que la Voyager 1 lo hiciera en 2012. Se estima que la nave (Voyager 2) siga transfiriendo mensajes de radio por lo menos hasta el año 2025.


Diego Alejandro / Periodista

Diego Alejandro / Periodista

 

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